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El Torbellino del Amor

Un buen CELY es fácil si sabes como

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El CELY es una de mis actividades favoritas.  Puedo hacerlo durante una hora sin cansarme del maravilloso sabor de cenar en la Y.  El saber que se me da bien darle placer a una mujer me llena.  En este artículo voy a intentar explicar la técnica que utilizo para que tanto yo como mi compañera disfrutemos de compartir un rato agradable.  Si a ti te gusta tanto esta cena como a mí, quizás te sirva de algo leer lo que he aprendido.  Gran parte de mi experiencia de compartir mi cuerpo con otra persona ha sido dedicada a aprender a hacer una bien esta maravillosa cena en la Y de una mujer. El CELY también se conoce por términos más vulgares, como comer coño, hacerle el cunnilingus a una mujer o proporcionarla mucho placer oral.
¿Pero qué es el CELY?  No es más que la traducción al español del inglés DATY.  DATY significa Dining at the Y.  El acrónimo CELY significa Cenar En La Y.  El palo de la Y es la raya de la vulva.  Los brazos son la cara interior de los muslos.  Este delicioso manjar es sinónimo de cunnilingus.  No es más que comerle el chocho a una mujer, o si prefieres expresarlo en términos más suaves, disfrutar de darle placer oral a una maravillosa hembra que te ha dado el fabuloso regalo de compartir su cuerpo contigo.  Me encanta este tipo de cena.  Me encanta recompensar con orgasmos el regalo que es la entrega de esa parte del cuerpo tan preciosa que se esconde en  su Y   Esa parte de la anatomía femenina siempre me ha encantado.  Desde jugando con mis primas siempre me ha parecido una hermosa orquídea, especialmente cuando los labios mayores están lo suficientemente separados para permitir ver la entrada a la vagina.
Gran parte de mi vida sexual, quitando los interludios cuando tenía novia, han sido dedicados a alquilarle el cuerpo a maravillosas mujeres para poder perfeccionar mi técnica con el CELY.  El que le haya dedicado tanto dinero a esos menesteres es debido a que todavía no he aprendido a ligar.  Es mucho más sencillo desembolsar 100 euros para compartir el cuerpo de una encantadora profesional durante una hora. He dedicado tanto tiempo a perfeccionar mi técnica ya que no he sido nunca capaz de correrme dentro de una vagina.  Habiéndome masturbado tanto como lo he hecho durante mi vida, la sensación de estar dentro de una mujer me ha sido siempre tan sutil que nunca he llegado al clímax.  Aún así, sin orgasmos, disfruto inmensamente de estar tan cerca de una mujer desnuda.
La diferencia fundamental entre una profesional y una mujer de la vida real es que con la prostituta puedo ir directamente a por el clítoris.  Con una mujer de verdad, he de acostumbrarla poco a poco a sentir el placer que yo la voy a proporcionar.  Yo he sido bendecido con manos muy suaves.  A muchas mujeres con las que he estado les encanta que yo las haya acariciado un tiempo la espalda.  Otra cosa que me ha funcionado es darlas mordisquitos por todo el cuerpo.
Me encanta que nos desnudemos la una al otro y el otro a la una. Ahí de pie mirándonos a los ojos.  Despacito, sin recibir asistencia de la otra persona.  Sin importar que la técnica usada al desnudar sea patosa. Mordisqueando cada parte de su cuerpo que queda desnuda.  Una vez yo esté totalmente desnudo es imprescindible que ella me ponga el condón. Si no llevo condón al empezar a agasajarla, va a romper mucho la magia de que nos hagamos el amor la una al otro y el otro al uno.
Mi técnica favorita de calentamiento consiste en primero mordisquear su cara y ir bajando.  Ella  está tumbada boca arriba.  En la primera tanda evito tanto tetas como coño. Bajo mordiendo con suavidad, dejando poca distancia entre cada mordisquito, bajando primero a su brazo derecho.  Ahí la chupo todos y cada uno de sus dedos.  Evitando sus tetas, mordisquito a mordisquito bajo hasta su pierna izquierda donde su pie recibe el mismo tratamiento que su mano.  Subo y, evitando su coño bajo por su pierna derecha. Subo y su brazo derecho y su mano derecha recibe el mismo tratamiento.  Durante toda esta atención oral la estoy  acariciando con suavidad. Luego la beso con pasión.
Si me siento generoso la pido que se tumbe boca abajo y su espalda recibe el mismo tratamiento.  Esta vez, camino a sus pies, su culo recibe especial atención. Es una parte con muchas terminaciones nerviosas.  La pido que se vuelva a tumbar boca arriba y la beso con pasión.
Esta vez bajo por su eje central, y cuando llego a sus tetas, la chupo y mordisqueo largamente cada pezón.  Sigo bajando y recorro la cara interior de sus muslos en círculos cada vez más pequeños hasta llegar a su delicioso coño.
El secreto de hacer el CELY bien es empezar suave y no variar el ritmo.  Para comer un coño, como es debido, hace falta constancia.  Cuando ha llegado el momento a disfrutar de la maravillosa cena en la Y, me gusta lamerla los labios mayores un rato.  Mejor que el clítoris esté preparado antes de ir a por él.  Luego sumerjo con la lengua en el espacio entre estos hermosísimos labios mayores, prestando especial atención a la entrada a su vagina donde meto la lengua todo lo dentro que soy capaz.  Después voy subiendo poquito a poquito hasta encontrar su maravilloso botoncito.
Únicamente una pequeña parte del clítoris sobresale.  Las primeras veces que disfruté de este delicioso manjar, no fui capaz de encontrarlo.  Una de mis parejas del momento me señaló después el pubis y me dijo: Me estabas lamiendo ahí y eso no es donde está mi clítoris.  Con el tiempo fui capaz de encontrarlo en todas las mujeres que se hayan compartido conmigo menos en una. Hay gran variedad en sus tamaños.  El clítoris es un pequeño montículo de piel que sobresale en la parte superior de la vulva.  Al no ser muy grande es fácil pasarlo por alto.  Hay que estar alerta, ya que la sensación en la lengua al encontrar el botoncito es sutil.  Si fallas en la búsqueda del clítoris, no vas a ser capaz de proporcionarla un buen orgasmo.  Sé que he encontrado el clítoris porque en la parte superior de la vulva siento con la lengua una zona pequeñita que sobresale y es rugosa.
Una vez que haya localizado su botoncito, yo lo lamo de arriba a abajo con un ritmo constante.  Como no sé como de sensible la mujer va a tener su protuberancia del placer, empiezo muy suave.  No he tenido ningún problema con una excesiva sensibilidad ya que tengo la lengua muy suave.  Es muy importante llevar un ritmo constante para llevar la mujer al clímax.  Siempre la misma velocidad, siempre el mismo movimiento.  Aunque yo lama de arriba a abajo, se puede hacer cualquier movimiento de la lengua que se desee. Circulitos alrededor de la yema del bienestar, movimientos de lado a lado, cualquier cosa que se te ocurra es válida.

Eso sí, si quieres regalarle un buen orgasmo no puedes ni variar el ritmo ni el movimiento a menos que la quieras mantener cerca del orgasmo durante mucho tiempo.  Parque ella se pueda relajar lo suficiente para llegar a la culminación es necesario que ella pueda acostumbrarse al ritmo.  En caso de que el movimiento y el ritmo se alteren ella perderá el hilo.  Será retroceder en el camino del clímax.
Yo la única variación que hago en la fase inicial con el suave movimiento de la lengua de arriba a abajo es explorar la entrada a la vagina.  Cada poco tiempo paso la lengua por el vestíbulo de la vulva introduciendola todo lo dentro de la vagina que soy capaz.  El disfrutar de un delicioso sabor salado es señal inequívoca de que lo estoy haciendo bien.
A medida que me voy excitando uso más y más fuerza con mi lengua.  Es necesario aumentar la fuerza poquito a poquito.  Es necesario empezar suave ya que en frío, demasiada estímulo en el clítoris puede ser doloroso.  A medida que aumenta la excitación de la mujer tolera más presión.
He identificado señales de que se me da bastante bien el CELY. Generalmente, a los pocos minutos mi elegida empieza a tener temblores en los muslos.  El que a una mujer se le contraigan y relajen los muslos rápidamente es señal de que lo está pasando bastante bien.  Otra señal de que se lo pasa bien es que se note el  delicioso y sabroso sabor  salado de sus flujos vaginales.  Si lubrica es feliz.  Una vez  eso pasa estoy listo para el plato fuerte.
Cuando veo que está bien caliente empiezo a chuparla el coño.  Succiono los labios mayores recorriéndoles de arriba a abajo.  Es necesario chupar.  Si se puede acariciar con la lengua estos labios mayores mientras se viaja repetidamente de abajo a arribla a abajo con los labios.  Esto es mucho más agradable si ella ha tenido la delicadeza de afeitarse.  Una vez concluidos varios recorridos le ha llegado el turno al clitoris. Se chupa como si fuera un chupete que se mete y saca de la boca.  A veces abarco gran parte de su vulva entre mis labios y otras veces únicamente tengo  la punta de su clítoris entre los labios.  En todo este mete y saco estoy lamiéndola el clítoris.
A mi me gusta seguir aún cuando da señales de que no lo hago mal del todo.  Las contracciones pueden ser señal de un orgasmo suave, pero la mayor parte de las mujeres son multiorgásmicas. Siguiendo con el manjar es posible llevarla a nuevas cumbres de placer.  Hay señales inequívocas de que a veces lo he llegado a hacer muy bien.  He llegado a provocar convulsiones.  Movimientos rítmicos e involuntarios de grupos grandes de músculos.  Muchas no pueden controlar sus gemidos.  A otras les tiembla  el pulso.
Me gusta cenar con los ojos abiertos.  Disfruto inmensamente viendo los efectos que la provoca mi CELY. Me gusta mirar su barriga, su cara, si sus muslos se abren y cierran rápidamente, si tiene temblores.  Si me sujeta la cara con fuerza con sus muslos.  Si se retuerce.  Es un deleite para mí ver las señales de que algo he aprendido.  Aunque soy muy bueno en el arte del CELY no soy infalible.  A una la dejé durante más de un cuarto de hora al 95%.  Ella se puso al final tan frenética que se tuvo que masturbar mientras yo la comía. Fue una sensación muy agradable tener una mano moviéndose rápidamente al lado de mi nariz mientras yo estoy disfrutando de mi sabor salado favorito.
Después de por lo menos media hora de CELY retiro la cara de su chocho, me la seco con una mano para que no tenga que sentir mis babas cuando la bese con pasión, introduzco mi pene en su vagina y me tumbo encima de ella y la beso.   Como dije, es imprescindible que yo lleve el condón antes de empezar la fase de calentamiento que he mencionado.  Parar para que me ponga el condón desde que quite mi cara de su coño hasta que la meta la polla destroza la magia de hacer el amor.  Mucho mejor hacer esto sin condón pero hay muchas mujeres para las cuales es muy importante la protección.
Follando en la posición del misionero me gusta variar el ritmo.  Entrar y salir de su vagina con suavidad.  Un minuto de ritmo de estrella porno golpeando con fuerza mi pelvis con su pelvis. Clavarla mi polla todo lo profundo que quepa en su coño y hacer circulos con mi pelvis sobre su pelvis.   Cuando me canso del misionero bajo mordisqueado su eje central y otra tanda de CELY.
Tras un buen rato de esto es tiempo que ella me de placer.  Que se siente encima de mi con mi polla dentro de su chocho.  Que me bese. Que me mordisque por todo el cuerpo mientras me acaricia.  Que me quite el condón y me la chupe mientras yo la acaricio.  Que me vuelva a poner el condón y otra tanda de CELY con misionero.
Cuando estamos ambos hartos me masturbo y me corro en su boca y la beso con pasión después de eyacular.
Ha habido cosas que me han costado.  Las primeras veces que disfruté del manjar teniendo un par de dedos dentro de ella no fui capaz de localizar el botoncito.  Al tener los dedos dentro, la morfología del chocho había cambiado.  Con la experiencia he llegado a encontrarlo aún estando tan cerca de ella como cuando tengo un par de dedos dentro.  Es una sensación muy especial para mí.  Otra dificultad que he encontrado fueron las primeras veces que le comí el coño a una mujer que estaba encima de mí.  Tardé en reconocer el botoncito al revés.  Yo había aprendido a reconocer la parte inferior del clítoris con la parte superior de mi lengua con los ojos cerrados.  La parte superior es diferente al tacto.
He tenido varias experiencias que sin duda ha sido mi favoritas.  Eran cuando mis parejas una  me guiaban.   Me decían frases tan hermosas como "Más rápido", "Más fuerte", "Más suave" o succióname los labios mayores. Generalmente me guío a ciegas en la entrepierna de mis favoritas.  La única indicación de que lo estoy haciendo bien son contracciones involuntarias.  En este caso ella me hicieron el regalo de indicarme por donde tenía que ir para llevarla al otro lado de la cumbre.  Cuando yo acabé con ellas las temblaban las manos.
Lo que menos me gusta de esas maravillosas mujeres que alquilan todo su cuerpo a cambio de algo tan insignificante como unos trozos de papel es que el tiempo pasa.  Ya que pago y tengo recursos limitados, no puedo pasarme todo el tiempo que me gustaría dándolas placer.  Tengo que ver si con esta puedo llegar a un orgasmo con la inserción.  Tengo que ver si ella me puede llevar a la cumbre con sus manos o con su boca.  Según mis estadísticas no científicas únicamente un 25% de las mujeres son capaces de llevarme al otro lado de la cúspide.  En lo que va de 2009, que ha sido uno de mis años donde he estado más sexualmente activo, no ha habido ni una mujer que me ha regalado un orgasmo no  importando si lo hacía con o sin condón. Mi anterior novia únicamente fue capaz de regalarme un orgasmo en el año que estuvimos compartiendo nuestros cuerpos.  Cuando mantengo una relación sexual tengo que follar un rato o no me quedo a gusto.  Como lo más probable es que yo no llegue a la cumbre, es muy importante para mí darla placer, pero no me quedo satisfecho si yo no lo intento, si no la clavo la polla
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Si eres mujer, te ha gustado lo que has leído y te gustaría ayudarme a perfeccionar mi técnica ,no dudes en ponerte en contacto conmigo.  Si te gustaría afrontar el reto de regalarme un orgasmo aún cuando todas las cartas estén en tu contra, pulsa sobre el enlace que es mi nombre y escríbeme un mensaje. Yo me manejo muy bien con la lengua, pero me falta un camino para llegar a ser un experto.  Únicamente he llegado al 8.7 de 10 posibles en el camino que es proporcionar placer  a una mujer.  Si estás dispuesta a guiarme por los recovecos de tu entrepierna lo pasarás muy bien.  Te lo aseguro.
Besos,

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